En la tela de la
historia familiar,
las manos de mi madre
reforzaron costuras
para que
nos sostuvieran
ante cualquier tirón
de la vida …
Las manos de mi madre
enhebraron el hilo que
une las partes del molde
sin olvidar que cada una
es distinta a la otra …
y juntas hacen el todo …
como la familia …
La manos de mi madre
estiraron dobladillos
para que
pudiéramos crecer,
para que
no nos quedaran cortos
los ideales …
Las manos de mi madre
zurcieron desgarros
para que volviéramos
a usar el corazón …
sin hilachas de
resentimientos …
Las manos de mi madre
unieron retazos
para que
tuviéramos una manta
de origen
que nos cubriera …
Las manos de mi
madre aseguraron
presillas y botones
para que
estuviéramos unidos,
para que no
perdiéramos
la esperanza …
Las manos de mi madre aplicaron
elásticos
para que asumiéramos
con amplitud
los cambios que nos piden los años …
Las manos de mi madre
bordaron maravillas
para que la vida
nos sorprendiera
con sus continuas
entregas de belleza …
Las manos de mi
madre cosieron
bolsillos
para guardar,
en ellos,
las monedas
valiosas de los
mejores recuerdos
Y mi identidad …
Las manos de mi madre,
cuando estaban quietas …
cuidaban
mis sueños, para que
dieran a mi diseño
su polvo de estrellas …
Las manos de mi madre
me sostuvieron,
con sus hilos de maga,
cuando me asomaba
a la vida …
¡para empezar a vestirla!
Las manos de mi madre nunca
abandonaron su trabajo …
Y sé muy bien que hoy, donde estén,
enhebran oraciones para mi …
Y yo …
¡Yo las beso
como si estrenara bendiciones!
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