¿Qué hay del otro lado de la vida?
¿Es sólo noche silenciosa y soledad?
¿Qué queda cuando no hay deseos, recuerdos ni esperanzas?
¿Qué hay en la muerte?
Si pudiera peremanecer inmóvil, sin hablar ni pensar, sin suplicar, llorar, recordar o esperar, si pudiera sumergirme en el silencio más completo, tal vez entonces podría oírte.
También yo quisiera ocupar tu lugar, pero no existen recursos de ilusionista para estos trueques, cada una de nosotras, deberá cumplir su propio destino.
Isabel Allende, "Paula"
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