jueves, 3 de noviembre de 2011

Como los elefantes...




Como los elefantes, deberíamos tener:

Pies grandes y pesados: para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos.
Orejas grandes como los elefantes: para aprender a oír y no actuar a ciegas.
Boca chica: para no andar parafraseando, ni hablando de más.
Colmillo largo: para saber actuar en momentos difíciles.
Piel áspera y dura: para aguantar los embates de los demás.
Cola corta, para que nadie por más que quiera, no nos pueda pisar.
Su memoria: para que nunca olvides quien realmente eres y de donde vienes.

Y como el elefante, que cuando sabe que va a morir,
regresa a su lugar de origen, igualmente tu,
cuando sientas que has caído en lo mas profundo y no puedes salir,
que no encuentras ni un rayo de luz dentro del laberinto en que estas inmerso,
que lo has perdido todo y no te queda nada,
regresa a tu lugar de origen, regresa a tu naturaleza,
regresa a ser tú nuevamente, porque tal vez,
por la falta de memoria olvidaste quien realmente eres,
y en donde esta tu lugar de bendición.

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