La amistad de un
amigo sólo es perfecta,
tanto en la buena fortuna como en la mala,
cuando se halla
al abrigo de cualquier flaqueza.
Pero ¿donde encontraré un amigo
tan puro y
sincero en [este] tiempo
en que la amistad se ha convertido
en un comercio del
que se echa mano
cuando la necesidad del negocio obliga a llamarlo
y después se
renuncia a su trato
tras de haber despreciado aquella urgencia?
Sólo se visita
a un amigo
cuando tú has recibido la visita de la desgracia;
no se recuerda al
amigo,
salvo cualquier apremio nos devuelve la memoria.
- Avicena
No hay comentarios:
Publicar un comentario