Cumple con la gratitud del peregrino. No olvidar nunca la fuente que apagó su sed La palmera que le brindó frescor y sombra, Y el dulce oasis donde vio abrirse un horizonte a su esperanza...
“El que no sabe que no sabe, es un necio;
apártate de él.
El que sabe que no sabe, es sencillo;
instrúyelo.
El no sabe que sabe está dormido;
despiértalo.
El que sabe que sabe, es sabio;
síguelo”
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