Si no tienes la suerte
de dominar la altura,
no importa… sé espesura.
Si no tienes la fuerza
de ser como el torrente,
no importa… sé una fuente.
Si en la noche no puedes
dar fulgor de lucero,
no importan… sé un sendero.
Si no alcanza tu mano
para tocar la estrella,
no importa… deja un rastro,
una rosa, una luz,
una huella.
Qué más da ser la rosa,
la espesura, el camino…
¡Si al final has logrado
cumplir con tu destino!
Zenaida Bacardí de
Argamasilla
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