domingo, 22 de febrero de 2009

El camello dado como Sadaqa (limosna)



Esta historia tuvo lugar aqui hace unos cien años, y fue divulgada por las emisoras de radio.
Nos habla de un hombre llamado Ibn Jad'aan.

Cuando llegaba la primavera a Ibn Jad'aan le gustaba salir y contemplar los hermosos camellos, con sus ubres llenas hasta casi explotar. Cuando las crias se acercaban a sus madres, su leche salia abundante, generosa y llena de bendiciones.

Un dia Ibn Jad'aan estaba contemplando a una camella con su cria y se acordo de su pobre vecino, que tenia siete hijas pequeñas. Y se dijo a si mismo, “por Allah que daré esta camella y su cria como Sadaqah (limosna) a mi vecino”, y recito la aleya del Coran en la que Allah dice (Surah Al-imraan: 92):
“No alcanzaréis la virtud, hasta que no deis de lo que amáis. Y cualquier cosa que deis, Allah la conoce”.

“Y la mas querida de mi rebaño es, para mi, esta camella”. Asi que tomo a la camella y a su cria y llamo a la puerta de su vecino, pidiéndole que las aceptara como regalo. Vio como su cara se iluminaba de felicidad y fue incapaz de pronunciar una palabra como respuesta.

Su vecino se beneficio de la leche del animal, utilizandolo tambien para trasportar madera, mientras esperaba que sus crias crecieran para poder asi venderlas. De esta forma obtuvo un gran beneficio de la camella.

Paso la primavera y llego el verano con su sequia, y los beduinos levantaron sus campamentos en busca de agua y pastos. Iban en busca de los duhool o “agujeros” en la tierra, pozos de agua subterranean, cuyas aberturas se encuentran a nivel del suelo, que los beduinos conocen muy bien.

Ibn Jad'aan bajo a unos de esos agujeros para recojer agua para beber mientras sus tres hijos se quedaron a esperarle fuera.

Pero Ibn Jad’aan no volvio. Sus hijos le esperaron durante uno, dos, tres dias, pero al final perdieron la esperanza. Pensaron que quizas habia sido mordido por una serpiente, o que se habia perdido bajo tierra.
En realidad sus hijos (y nos refugiamos de esto en Allah) confiaban en su desaparicion. Porqué?, por codicia para repartirse la herencia.

Volvieron a casa y dividieron entre todos lo que el padre les habia dejado.
Recordaron que el padre, Ibn Jad’aan, habia regalado una camella a su pobre vecino. Asi que fueron a su casa y le dijeron que seria mejor que les devolviera esa camella y tomara otra a cambio, en caso contrario se la quitarian a la fuerza y de esta forma se quedaria sin nada.

El vecino se quejo diciendo que se lo contaria a su padre, pero los hijos le informaron que habia muerto. Les pregunto como, cuando y donde Ibn Jad’aan habia muerto y porqué no se lo habian comunicado antes. Sus hijos le explicaron entonces como el padre habia entrado en uno de esos agujeros subterraneos del desierto del que nunca salio.

El vecino exclamo: “Por Allah, conducidme a ese lugar , tomad vuestra camella y haced con ella lo que querais, no quiero otro camello en su lugar”.

Lo condujeron al lugar en el que el padre habia desaparecido, y tomando una antorcha y atandose con una cuerda a la parte exterior del agujero descendio al interior.
El olor a humedad era muy intenso y al poco tiempo escucho gemidos y quejidos que procedian de la profundidad del agujero. Se fue acercando poco a poco al lugar de donde provenian, tanteando en la oscuridad, hasta que su mano toco un cuerpo, el de Ibn Jad’aan. Enseguida acerco su oido a su pecho, respiraba todavia después de una semana!

Lo saco al exterior cubriendo primero sus ojos para que no fuera cegado por la luz del sol. Habia traido consigo unos datiles. Los humedecio con un poco de agua y se los dio para que bebiera y se nutriera.

Después lo cargo sobre su espalda y lo llevo a su casa, donde poco a poco se fue recuperando sin que sus hijos lo supieran.

El vecino pregunto a Ibn Jad’aan: ”Dime, por Allah, como es que has logrado sobrevivir después de una semana alli abajo?”
"Te dire algo extraño…" respondio Ibn Jid’aan: "...cuando bajé al agujero me perdì, y estuve vagando sin rumbo en todas las direcciones, hasta que me dije a mi mismo que era mejor que me quedara cerca de la fuente de agua que habia encontrado. Asi que empezè a beber de ella, pero el hambre no tiene piedad y el agua no bastaba para saciarla. Después de tres dias el hambre se hizo acuciante e insoportable. Mientras permanecia tumbado en el suelo me rendi ante Allah y puse todos mis asuntos en sus manos, y de repente senti el calido sabor de la leche que entraba en mi boca.

Me senté en medio de la oscuridad y pude ver un recipiente acercandose a mi boca. Bebi de él hasta saciarme y después desaparecio. Esto sucedio tres veces durante los primeros dias pero los ultimos dos dias desaparecio sin saber porqué

Entonces su vecino le respondio:"Si supieras la razon te sorprenderias! Tus hijos pensaron que habias muerto, y vinieron a mi casa y se llevaron la camella con cuya leche Allah (Subhana Wa Ta'Aala) te nutria".

El musulman esta a la sombra de su Sadaqah (Caridad).

“Y quien teme a Allah, Él le da una salida.
Y le provee desde donde no lo espera. Quien se abandone en Allah, Él le bastará”.
Surah Al-Talaq 65, 2-3


http://abdurrahman.org/audio/SalehAsSaleh/
Traduccion: Nabila Peña

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